lunes, 10 de marzo de 2014

Certificados de profesionalidad en modalidad de teleformación


Me gustaría decir que hasta la semana pasada mi visión de los certificados de profesionalidad en modalidad de teleformación era un proyecto interesante para toda aquella gente que no tiene una cualificación estampada en un diploma y que realmente quiere obtener un título que diga: "Estoy cualificado para desempeñar …”
Dada la baja cualificación que hay en España, sobre todo en algunos sectores, Europa ha decido que debemos tener un título que diga lo que estamos preparados para hacer. Han empezado por el sector socio-sanitario, es decir, en 2015 todas aquellas empresas que desarrollan su negocio en este sector deben tener a todos sus trabajadores bien con un título de Formación profesional o con un certificado de profesionalidad de la rama socio-sanitaria que corresponda con su función dentro de la empresa. La idea es extenderlo al resto de sectores poco a poco. Debido a que tras reformas y reformas de las Leyes de educación, para acceder a una formación profesional o tienes un título en ESO o realizas la prueba de acceso a dicho grado. La opción de poder realizar un certificado de profesionalidad dentro de la rama en la que te gustaría trabajar me parecía una manera eficaz de cualificar a todas aquellas personas que se han quedado fuera del sistema educativo.
La semana pasada acudí a expoelearning. En una de las charlas estuvo la responsable del SEPE (organismo que debe validar los proyectos que pueden o no ofrecer certificados de profesionalidad en modalidad de teleformación), vino a decir que cualquier empresa que quiera presentar un proyecto para que se lo validen simplemente tiene que subcontratar una plataforma que cumpla los requisitos y alquilar unos contenidos formativos, con muy poco más tenemos un proyecto listo para que pueda aprobarse en el SEPE. El único detalle que nos queda comentar es que hay que llegar a un acuerdo con un centro de formación que tenga ese certificado de profesionalidad homologado en modalidad presencial. Es decir, que realmente no necesitamos ningún tipo de inversión como es un centro de formación propio o alquilado para poder homologarnos y poder empezar a realizar una formación de estas dimensiones.
Aquí empieza el negocio y no poco. Cuando tocamos temas formativos o educativos y en lo primero que pensamos es en cuánto vamos a ganar con esto, creo que se pierde todo el sentido del proyecto. Mi opinión está clara, si las empresas (o la gran mayoría) que editan los contenidos formativos o las plataformas para que la formación se pueda desarrollar en modalidad de teleformación van a validar esos contenidos o esas plataformas para venderlas directamente tanto a usuarios como empresas. ¿Para qué han estado invirtiendo los centros de formación en poder homologar espacios para poder realizar certificados de profesionalidad de manera presencial? ¿Para ahora dedicarse al arrendamiento de estos espacios? Mi opinión es que se han cargado el sistema antes de empezar. Vamos a entrar en la guerra de precios, a ver quién da el certificado más barato, porque no os quepa la duda que este tipo de certificados las empresas que lo soliciten será por obligación de cumplir con la normativa que en cada momento marque Bruselas y no para que sus trabajadores estén mejor formados y por lo tanto mejor preparados para el desarrollo de las labores que se les encomiende.

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